Topo Nariz de Estrella: se puede ver sin ojos y cazar tocando con la nariz

De patas grandes y pelaje impermeable al agua, este pequeño mamífero que apenas llega a medir 20 cm, puede identificar a su presa, cazarla y deglutirla en tan solo 120 milisegundos. Esto lo logra gracias al conjunto de 22 tentáculos que tiene al final de su hocico; extrañas prolongaciones que contienen alrededor de 30,000 papilas sensibles, inervadas por casi 100,000 axones. Esta extraña estructura es también conocida como el órgano de Eimer y, aunque está presente en otras especies de topos, el de  C. cristata es por mucho el más desarrollado.

El cerebro de este topo está organizado de tal forma que casi el 50% está dedicado a procesar la información proveniente de su nariz; de forma tal que la información de sus ojos, virtualmente ciegos, ha sido sustituida por la proveniente de su órgano olfatorio. El cerebro de todos los mamíferos contiene un área organizada en la corteza cerebral  dedicada al procesamiento de la información somatosensorial. En esta área se genera un mapa que refleja el espacio sensorial de las diferentes partes del cuerpo del animal. C. cristata contiene tres mapas somatosensoriales, lo cual le permite procesar la información sensorial de forma mucho más eficiente. Este animal es capaz también de percibir olores debajo del agua; para esto exhala miles de burbujas hacia los objetos, estas burbujas rebotan de regreso hacia él cargadas con pequeñas partículas, permitiéndole así examinar el paisaje olfatorio que le rodea.

El topo nariz de estrella habita en las zonas húmedas y bajas del este de Norteamérica, en dónde cava los túneles a través de los cuales viaja hasta llegar incluso, debajo del agua. Aquí, son abundantes los insectos y otros pequeños invertebrados, pequeñas presas que aunque contienen un bajo contenido nutricional, si son deglutidas en grandes cantidades pueden conformar una dieta bastante rica. Motivo por el cual la presión de selección llevó a Condylura cristata a tener realmente una gran nariz.