Hace algún tiempo, en una charla, comenté lo que quizá no sea el hilo negro: que José Revueltas me parece, por mucho, uno de los mejores adjetivadores mexicanos. No le da miedo usarlos; a veces lanza hasta tres en cadena, como perros que se vuelven contra el sustantivo y se amontonan para despedazarlo. Esta admiración, […]