Cuento de Gunnhild Øyehaug.
PRK24 está sentado en la mesa de la cocina cuando KNT32 se desliza dentro de la habitación. PRK24 es tan bello que uno podría morir de sólo verlo, piensa KNT32; ¿Cómo –piensa al esconder su cabeza entre sus manos – puede alguien hacerle algo tan doloroso, como ella debe, a algo tan bello? ¿O a alguien? PRK24 la mira con asombro, después una fotografía polaroid sale de su cabeza, él la toma con sus manos, se la entrega, muestra a KNT32 de pie como está ahora con sus manos cubriendo su cabeza. Después saca otra fotografía en blanco pero con el signo “?”. KNT32 agita su cabeza. Después saca una foto. Muestra a KNT32, desnuda, contra esa misma mesa de cocina, con PRK109 detrás de ella. PRK24 se desliza despacio lejos de su silla mientras mira la fotografía que lentamente se desvanece frente a sus ojos. El corazón de KNT32 no deja de martillear. Después, ella jala una fotografía que muestra a un pequeño embrión. Es tan bonito. Es tan pequeño, y la luz a su alrededor es tan roja. Está chupándose el pulgar. Parece que está soñando. Cosas que uno no puede saber. PRK24 cierra sus ojos, porque le duele. Está furioso y completamente perdido. Toma una fotografía de su cabeza: PRK24 y KNT32 comen hotdogs en un puesto callejero. KNT32 tiene su boca abierta alrededor de un hotdog enorme con mucha cebolla. PRK24 está riendo. Una nueva foto: PRK24 ha ganado un oso de peluche rosa para KNT32 y ella lo abraza. Una nueva foto: PRK24 y KNT32 están caminando tomados de la mano sobre la arena de una playa, el sol se está poniendo, no llevan zapatos. El corazón de KNT32 está a punto de romperse. Ella saca una fotografía que muestra cómo su corazón se está rompiendo. Pero PRK24 no la ve. Está sentado con los ojos cerrados. Él saca una fotografía que muestra la superficie de un cuerpo de agua. Se quede sentado por un momento. Después, saca una nueva foto: una larga burbuja de aire está a punto de estallar en la superficie del agua. KNT32 se avienta hacia la fotografía, intentando sumergirse en ella, pero es muy tarde, se desvanece, ella sacude a PRK24, pero él ya ha desaparecido dentro de sí mismo.
¿Qué podemos aprender de esto? Que en otros planetas, también, pueden existir problemas irresolubles. No tenemos que pensar que somos los únicos que pelean y pelean. Otra característica impactante es que ellos se comunican a través de fotografías.
Gunnhild Øyehaug
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