Frida Kahlo: Pinturas, autorretratos y sus significados

Frida Kahlo Autorretratos marcados por la pasión

Las pinturas de Frida Kaho, sobre todo sus autorretratos, son una de las expresiones mexicanas más conocidas alrededor de todo el mundo. Ella misma se ha vuelto un ícono de la cultura popular. Sin embargo, poca atención se le ha prestado a la calidad artística de su obra. Más allá de un par de cuadros mundialmente famosos, los expertos han hecho notar que sus trazos se encuentran a la altura de otros artistas consagrados. El mismo André Bretón, padre del movimiento surrealista, escribió el prólogo para su primera exposición en la galería Galeria Levi de Nueva York.

Frida Kahlo Pinturas más importantes

Título	Año	Características
Autorretrato con traje de terciopelo	1926	óleo sobre lienzo, 79,7 X 60 cm
Autorretrato con mono o Autorretrato con changuito y collar de serpientes	1938	óleo sobre fibra dura, 40,6 X 30,5 cm
El suicidio de Dorothy Hale	1938/39	óleo sobre fibra dura, 60,4 X 48,6 cm
Las dos Fridas	1939	óleo sobre lienzo, 173,5 X 173 cm
Autorretrato con pelo cortado	1940	óleo sobre lienzo, 40 X 27,9 cm.
Diego en mi pensamiento o Pensando en Diego o Autorretrato como Tehuana	1943	óleo sobre fibra dura, 76 X 61 cm.
La columna rota	1944	óleo sobre lienzo montado sobre fibra dura, 40 X 30,7 cm.
El venado herido	1946	óleo sobre fibra dura, 22,4 X 30 cm.
Diego y yo	1949	óleo sobre lienzo montado sobre fibra dura, 28 X 22 cm.
Sandías «Viva la Vida»	1954	óleo sobre masonita, 72 X 52 cm
El marxismo dará la salud a los enfermos	1954	óleo sobre fibra dura, 76 X 51 cm

Frida Kahlo Pinturas, autorretratos y su biografía

Las pinturas de Frida Kahlo son una expresión material y artística de su propia vida. En sus obras de influencia impresionista, la artista mexicana plasmó sus ideas, sentimientos, sueños, miedos, dolores y deseos. Con un peculiar estilo pictórico cada cuadro, autorretrato o exvoto es como un fragmento de su biografía. Desde el accidente que sufrió, pasando por sus lesiones permanentes debido a la poliomielitis, hasta sus historias de amor con Diego Rivera, todos estos eventos se encuentran representados en alguna de sus pinturas. En sus cartas, la famosa pintora expresó sus intenciones a la hora de tomar los pinceles:

(1950-51) Tengo mucha inquietud en el asunto de mi pintura. Sobre todo por transformarla para que sea útil al movimiento revolucionario comunista, pues hasta ahora no he pintado sino la expresión honrada de mí misma, pero alejada absolutamente de lo que mi pintura puede servir al partido. Debo luchar con todas mis fuerzas para que lo poco de positivo que mi salud me deja hacer sea en dirección a ayudar a la revolución. La única razón para vivir.

Kahlo, Frida. Me pinto a mí misma.

México: Museo Dolares Olmeda, 2017, p. 22.

Las dos Fridas, el autorretrato más famoso del mundo

El que tal vez sea el cuadro más famoso de Kahlo regresa a un tema recurrente en la artista: el dolor. Esta vez, el sentimiento es provocado por uno de los eventos más relevantes en su vida: su separación de Diego Rivera. Es por eso que uno de los elementos centrales para la interpretación y significado de esta pintura sea el amuleto con el retrato del pintor que lleva la Frida del lado derecho. Ambas muestran sus corazones expuestos, siendo conectados por una arteria que gotea sangre, mostrando la unión entre las dos personalidades de Frida: la amada por Diego, ataviada con un atuendo de tehuana, y la abandonada, vestida a la moda europea.

La ambientación de la escena también es relevante pues parece sugerir una tormenta en el futuro, signo de la inestabilidad y dolor que la separación le provocó a la pintora.

Diego Rivera: su influencia y su relación

La tutela del pintor Diego Rivera y su influencia ha sido señalada por varios estudiosos de la artista y de sus Frida Kahlo pinturas. La misma Frida Kahlo señaló en diversas ocasiones que él fue algo más que su esposo a lo largo de su vida.

“No hablaré de Diego como mi esposo porque sería ridículo. Diego no ha sido jamás ni será esposo de nadie. Tampoco como de un amante, porque él abarca mucho más allá de las limitaciones sexuales, y si hablara de él como de mi hijo, no haría sino describir o pintar mi propia emoción, casi mi autorretrato y no el de Diego”.

Frida sobre su relación con Diego

Si queremos ahonda en los significados emocionales de los cuadros de Frida, una buena fuente son sus propias cartas.

Diego: Mi amor, hoy me acordé de ti aunque no lo mereces tengo que reconocer que te amo. Cómo olvidar aquel día cuando te pregunté sobre mis cuadros por vez primera. Yo chiquilla tonta, tu gran señor con mirada lujuriosa me diste la respuesta aquella, para mi satisfacción por verme feliz, sin conocerme siquiera me animaste a seguir adelante. Mi Diego del alma recuerda que siempre te amaré aunque no estés a mi lado. Yo en mi soledad te digo, amar no es pecado a Dios. Amor aún te digo si quieres regresa, que siempre te estaré esperando. Tu ausencia me mata, haces de tu recuerdo una virtud. Tu eres el Dios inexistente cada que tu imagen se me revela. Le pregunto a mi corazón por que tu y no algún otro. Suyo del alma mía. Frida K.