El 10 de octubre, le fue entregado a la canadiense Alice Munro —maestra del relato corto contemporáneo y comparada con Chejov— el Premio Nobel de Literatura. Aunque muchos intelectuales gustaron de la idea de premiar a Munro, también hubo conmoción: ¿En la era de la novela se premia a una cuentista? Además que la gran mayoría apostaba al checo Milan Kundera o al novelista Murakami, quién otro año se quedó esperando el galardón.
Pero, ¿En qué se basa la entrega del tan preciado laurel? La elección de los galardonados sigue una estricta tradición desde 1895. Los dieciocho miembros del jurado prometen mantener en secreto a los contendientes. Actualmente, el comité principal se forma de la siguiente manera: el presidente, Per Wästberg, Horace Engdahl —la persona más poderosa del mundo de las letras—, Kjell Espmark, Katarina Frostenson, Kristina Lugn. Todos deben guardar silencio durante 50 años sobre las deliberaciones. Los académicos tienen libertad para hablar de los candidatos en público siempre y cuándo utilicen nombres en clave para los candidatos. Por ejemplo, Harold Pinter era “Harry Potter”.
El comité manda invitaciones a organizaciones, instituciones y personalidades para sugerir a los candidatos. Las invitaciones son enviadas a los congregantes, que deben de cumplir otra serie de requisitos que pueden ser: formar parte de la Academia o de otra organización similar en su construcción y finalidad; ser un profesor de lengua o literatura de una universidad prestigiosa; haber sido premiado con un Nobel de Literatura, o ser el presidente de una sociedad de autores que represente la producción literaria de un país (ninguno de ellos se puede autoelegir).
El siguiente paso es el filtro que va desde 700 hasta 15 y por último a 5 candidatos. Muchos de los nombres son eliminados desde la fase inicial; las razones pueden variar, desde ser escritores de textos científicos y por ende carecer de valor literario, carecer de la calidad exigida para tener el premio, hasta tener motivos ajenos a la calidad literaria (motivos políticos, ideológicos, nacionalistas, etc.). El jurado se toma el verano para leer a los favoritos. En el caso de estar en otros idiomas que ellos no dominen se les dan las mejores traducciones, en el especial caso que la traducción sea de baja calidad, no exista, o requiera de un nivel alto de complejidad, como la poesía, se manda a los mejores traductores para realizar el trabajo (los traductores también deben jurar mantener el secreto)
El comité debe de estar bien preparado para la primera sesión que se celebra a mediados de septiembre, tienen sólo unas semanas para debatir, deliberar y adoptar la resolución. Es requisito obligatorio contar con más de la mitad de los votos emitidos para que se considere válido.
Ahora que se sabe el proceso que requiere el Premio Nobel de Literatura y sobre todo el amplio número de filtros y tiempo que se requiere para dicha selección. Se felicita ampliamente a los galardonados, aunque la felicitación que les otorga el comité del nobel es vasta. Consta de una medalla de oro, con la imagen de Alfred Nobel; un diploma, entregado de las manos del Rey de Suecia o bien del Presidente del Comité del Nobel, y un monto aproximado de US $1,500 millones.
Horace Engdahl, quién además afirma que las especulaciones siempre son “erróneas”, dijo en entrevista:“Les aseguro que no se trata de una asamblea homogénea. Nunca sabemos por adelantado lo que va a suceder en el interior de la Academia. Hasta el último momento no se sabe con seguridad quién será el vencedor. Mantenemos la cortesía pero es un debate acalorado. Cuando se habla de literatura ocurren cosas sorprendentes”.
Olympia Barreiro
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