Para lograr el voto femenino en México muchas mujeres trabajaron durante largos años. Aquí te contamos sobre cinco de ellas.
El 17 de octubre de 1953, el Diario Oficial de la Federación publicó una reforma en el artículo 34 constitucional que cambió la concepción sobre las mujeres en México: “Son ciudadanos de la República los varones y las mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos reúnan además los siguientes requisitos: haber cumplido 18 años de edad, siendo casados, o 21 si no lo son y tener un modo honesto de vivir”. A partir de ese día, las mujeres accedimos a posibilidades que nunca habíamos tenido, como el derecho a voto y el de ser parte de las políticas públicas. Voz y voto, ambas en un mismo paquete.
Sim embargo, este cambio no se dio de la noche a la mañana y no fue producto del bondadoso corazón del entonces Presidente Adolfo Ruiz Cortines, sino que fue el resultado de la lucha de muchas feministas tanto mexicanas como extranjeras, que superaron la tara cultural de que “calladita te ves más bonita” para exigir que se nos tomara en cuenta a nivel federal.
Inspiradas por las ideas de escritoras previas como Simone de Beauvoir y Virginia Woolf, muchas mujeres lucharon durante años para que hoy todas disfrutemos de los mismos derechos que los hombres. Entre ellas se encuentran las siguientes:
Elvia Carrillo Puerto: Oriunda del estado de Yucatán, esta mujer fue una de las figuras más reconocidas del feminismo en México. La casaron a los 13 años y quedó viuda a los 21, edad en que comenzó a involucrarse con la lucha por la equidad de género y causas sociales.
A los 32 años organizó, junto con su hermano Felipe una revuelta contra la explotación de los pueblos henequeneros y a partir de ese años, 1910, se comprometió con las causas revolucionarias, en especial con las concernientes a la mujer.
En 1919, durante el gobierno de Venustiano Carranza, pugnó por la inclusión del voto femenino en las cámaras legislativas, aunque no tuvo éxito debido a los intereses de los grupos carrancistas. Sin embargo, no retrocedió en sus demandas y, 1923, fue elegida como diputada de Yucatán junto con Beatriz Peniche y Raquel Dzib Cicero por parte del Partido Socialista del Sureste.
Tras el asesinato de Felipe Carrillo Puerto, Elvia se refugió en la Ciudad de México, donde recolectó firmas para incorporar el voto femenino. Al no ser atendidas sus peticiones por el Ejecutivo, formó la Liga Orientadora Femenina Socialista (luego rebautizada como Liga de Acción Femenil) y luchó para obtener derechos como la libertad sexual, el divorcio y la planificación de la maternidad.
Benita Galeana: Originaria de Guerrero, Benita Galeana Lacunza fue una de las luchadoras más férreas en pro de los derechos de las mujeres. Emigró a la Ciudad de México a corta edad y, sin saber leer, se educó en la lucha política y se transformó en una oradora destacada del Partido Comunista Mexicano (PCM).
Aprendió a leer y escribir a los 29 años, durante su militancia en el PCM, donde comenzó a dar auge a los movimientos del feminismo socialista. En este periodo creó e Frente Único Pro-Derechos de la Mujer (FUPDM) para empoderar a las trabajadoras y hacer posible el derecho al descanso materno.
Dentro de sus actividades, se dedicó también a la escritura. Instada por personajes del ámbito intelectual como José Revueltas, Juan de la Cabaday David Alfero Siqueiros, así como Fidel Castro, Frida y Diego, escribió su autobiografía en 1940 y en 1979 un cuento llamado “El peso mocho”.
Esther Chapa: Esta enfermera tamaulipeca fue una importante figura dentro de la lucha por conseguir el voto femenino. Junto con Matilde Rodríguez Cabo, María Lavalle Urbina y Benita Galeana, fue una de las figuras más representativas del Frente Único Pro-Derechos de la Mujer.
A lo largo de su vida escribió varios libros sobre política e ideología. Uno de ellos, Las mujeres mexicanas, fue realizado en coautoría con el expresidente Miguel Alemán, quien durante su mandato otorgó el derecho al sufragio municipal a las mujeres.
Dentro de su obra más representativa destacan:
- El derecho de voto para la mujer (1936)
- El problema de la penitenciaría del Distrito Federal (1947)
Adelina Zendejas: Hija de Manuel Zendejas, quien luchó por la nacionalización del sistema ferrocarrilero mexicano, Adelina fue una destacada periodista. Alcanzó el grado de Doctora en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México en una época en que las mujeres eran minoría y se desenvolvió como periodista en grandes medios impresos como El Universal, El nacional y Excélsior.
Fue parte del Frente Únido Pro-Derechos de la Mujer y a lo largo de toda su carrera veló por los derechos femeninos y de la infancia. Junto con Esther Chapa y Benita Galeana, entre muchas otras, logró que se consumara la reforma del artículo 34 constitucional (modificación propuesta por Elvia Carrillo Puerto desde el periodo post-revolucionario).
Rita Cetina: Si bien esta profesora y poetisa yucateca no estuvo directamente involucrada en la lucha por el sufragio femenino, sí fue una semilla para el movimiento. Ella, junto con otros maestros de la península, promovió la educación laica y la equidad de género.
Fundó la Sociedad Científica y Literaria, así como una revista del mismo nombre en 1870. También fue profesora de Elvia Carrillo Puerto y se le considera una de sus mayores influencias dentro del pensamiento feminista.
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