Biografía resumida de Ernesto Sabato
Ernesto Sabato nació el 24 de junio de 1911 en Rojas, Buenos Aires. En 1937 obtuvo el Doctorado en Ciencias Físicas. En 1945 publicó su primer libro, Uno y el Universo. En 1948 publicó El túnel en la revista Sur. En 1961 publicó Sobre héroes y tumbas. En 1984 recibió el Premio Cervantes. El 21 de diciembre de 1990 se casó con Matilde Kusminsky Richter. Falleció en Santos Lugares el 30 de abril de 2011.
El escritor Ernesto Sabato, físico y pintor de apellido italiano y esdrújulo que los periodistas insistían en escribir con la tilde que nunca llevó, quien sostuvo siempre una relación ríspida con Jorge Luis Borges, y que falleció a los noventa y nueve años en 2011, estaría hoy cumpliendo los ciento dos. Aquí les platicamos quién fue Ernesto Sabato.
Una biografía “clásica y jerárquica”
Nacido el 24 de junio de 1911 en Rojas, provincia bonaerense, fue el décimo hijo de Francesco Sabato y Giovanna Maria Ferrari, ambos inmigrantes italianos. Él mismo definió a su familia, de clase media, como “clásica y jerárquica”, y a su padre como un hombre severo y atemorizante.
Estudió la primaria en Rojas y después viajó a La Plata para cursar la secundaria. Ahí mismo ingresó más tarde a la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad Nacional de la Plata. Fue, además, miembro del movimiento comunista Reforma Universitaria, y después Secretario General de la Federación Comunista, donde conoció a Matilde Kusminsky Ricther, de 17, quien sería su compañera de toda la vida.
Durante un viaje a Moscú, hizo escala en Bruselas para participar como delegado del Partido Comunista de la Argentina, y finalmente decidió abandonar el congreso y dirigirse a París.
Sabato y la ciencia
Tras obtener un doctorado en Física, realizó trabajos de investigación sobre radiación atómica en el Laboratorio Curie, en París. Más tarde, antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, viajó a Estados Unidos para trabajar en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. De vuelta en Argentina, fue profesor de Ingeniería e impartió el posgrado sobre relatividad y mecánica cuántica en la Universidad de la Plata. Durante este tiempo estuvo en contacto, sobre todo en París, con el movimiento surrealista, que influiría en su futura obra.
Finalmente, abrumado por lo que llamó un “vacío de sentido”, abandonó la ciencia para dedicarse de lleno a la pintura y, sobre todo, a la literatura. Vivió algún tiempo en Córdoba, en un rancho que carecía de luz y agua, dedicado por completo a la escritura.
Carrera literaria
En 1941, la revista Teseo de La Plata publica un artículo suyo sobre La invención de Morel, novela de Adolfo Bioy Casares. También publicó en la revista Sur, y en 1945 aparece Uno y el universo, serie de artículos filosóficos en que criticaba la neutralidad moral y la deshumanización de la ciencia. En 1948 logró publicar en la revista Sur su novela existencialista El túnel, que había sido rechazada por todas la editoriales de Buenos Aires y que Albert Camus elogió e hizo traducir al francés.
En 1955 fue nombrado interventor de la revista Mundo Argentino por el gobierno de la Revolución Libertadora, pero renunció tras denunciar torturas a obreros. Publicó ese mismo año El otro rostro del peronismo: Carta abierta a Mario Amadeo, en el cual defendió a Evita Perón y sus seguidores, a pesar de su antipatía manifiesta hacia Juan Domingo Perón.
Aunque fue director de Relaciones Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Arturo Frondizi, renunció también por discrepancias con éste.
En 1961 aparece Sobre héroes y tumbas, considerada una de las mejores novelas argentinas del siglo XX, y en 1974, Abaddón el exterminador, además de diversos ensayos publicados en el periodo intermedio.
Tras la muerte de José Federico, uno de sus hijos, en 1995 –el otro, Mario Sabato, es un conocido cineasta– y de su esposa Matilde en 1998, publicó sus memorias Antes del fin, y en 2000 se convirtió en el primer escritor hispano en publicar un libro en internet antes que en papel: La resistencia.
Premios y obras de Ernesto Sabato
Entre las distinciones que recibió se encuentran el Gran Premio de la Sociedad Argentina de Escritores, el premio a la Mejor Novela Extranjera en París, por Abaddón el exterminador, la Gran Cruz al mérito civil en España. Fue también nombrado comandante de la Legión de Honor en Francia, y en 1984 recibió el Premio Miguel de Cervantes, máximo galardón otorgado a un escritor en lengua española; se convirtió en el segundo argentino en recibirlo, después de Jorge Luis Borges, con quien, según su libro de conversaciones, no estuvo nunca de acuerdo, ni siquiera en la fecha en que se conocieron. También fue tres veces propuesto por la Academia Sueca como candidato al Premio Nobel de Literatura.
Sabato, un escritor atormentado por los problemas de su tiempo
El 30 de abril de 2011, a cincuenta y cinco días de cumplir los cien años, falleció en su casa de Santos Lugares a causa de una neumonía derivada de una bronquitis. Tras su muerte, el periódico madrileño El Mundo lo llamó “el último superviviente de los escritores con mayúscula en Argentina”, mientras que El País lo tituló el “último clásico de las letras argentinas”.
No obstante, Ernesto Sabato, prodigioso observador de la condición humana, la soledad, la muerte, la esperanza y la existencia, ya había sugerido en 1983 lo que bien podría ser su epitafio: “Soy un simple escritor que ha vivido atormentado por los problemas de su tiempo, en particular los de su nación. No tengo otro título.”
Adrián Chávez
Artículos recientes por Adrián Chávez (see all)
- Diez novelas breves sin pero - 17/12/2017
- El teatro sana: ‘La Divina Ilusión’ - 28/09/2017
- Cómo la masculinidad nos arruinó Death Note (entre otras cosas) - 31/08/2017
Deja un comentario