Amado Nervo produjo las novelas cortas más bellas
que hasta la fecha se hayan escrito por un mexicano.
–Mariano Azuela
Amado Nervo, el poeta, el de la amada inmóvil y los jardines interiores, posee una obra narrativa poco explorada y no obstante magnífica; inclusive, fue precisamente una novela, El bachiller, la que inauguró toda su obra literaria.
Aquí, tres recomendaciones para adentrarse en la producción novelística del gran poeta nayarita:
El donador de almas, publicado en 1899: un doctor recibe de un buen amigo el regalo de un alma: un alma bella, de mujer. Luego, el cuerpo del doctor, en el que conviven las dos almas fundidas, la suya y la de Alda, que le fue donada, se convierte en símbolo y centro de muchas dualidades: lo masculino y lo femenino, el espíritu y lo material, la razón y el sentimiento, la frescura y la decadencia del mundo, el alma y lo terrenal: Sintió el doctor entre sus labios como la sombra de frescura, tenue y casta, de un beso de adiós; el fantasma de un beso
Mencía, publicada en 1907, llamada originalmente Un sueño, título que el mismo autor antepuso al que había ideado en principio, Segismundo o la vida es sueño, para evitar “la inmensa sombra de Calderón”. Los protagonistas son un orfebre y un rey, cuyas vidas están separadas apenas, como por hebras de nube: uno de los dos está soñando al otro. La felicidad sencilla y la soledad se entrelazan, conviven y luego se encaran entre los vapores del sueño: Los hombres volaban, Mencía, y eran mucho más libres… pero no felices.
El diamante de la inquietud, de 1917, cuenta la historia de una pareja que debe separarse. Ella, viuda a los veinticinco años, juró a su marido entrar a un convento antes de cumplir treinta y esperar ahí hasta que la muerte los reúna. Ahora, el amante, siente cernirse sobre sí la inminencia de verla partir. La promesa podría ignorarse, de no ser porque el fantasma del marido se presenta para rondar, acosar, envolver, su relación; un fantasma que es al mismo tiempo la sombra omnipresente aunque invisible de los celos, celos del antiguo marido, celos del nuevo amante: ¿Tú sabes lo que son los celos? Pues muy fácil, desconfías hasta de la sombra de tu sombra.
Tanto Mencía como El diamante de la inquietud, se encuentran en la colección Relato Licenciado Vidriera, además bella y práctica, editada por la UNAM; a El donador de almas, puede accederse en esta liga.
Vale la pena conocer la faceta narrativa de Nervo, confeccionada con una prosa sencilla, como respetuosa, y al mismo tiempo de vasta hondura, llena de recovecos y matices, enmarcada siempre en los límites suaves, nunca opresivos, que sólo la maestría de la brevedad es capaz de lograr.
Adrián Chávez
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